Canarios, Historia y Origen

miércoles, 13 de abril de 2011
Las primeras y más amplias noticias sobre el origen del canario no proceden, como sería de esperar, de escritores españoles o portugueses, sino que son sobre todo los ingleses y también los franceses los que más pronto y más ampliamente se ocuparon de escribir sobre este magnífico pájaro. Hay que acudir, pues, a las fuentes inglesas y francesas para conocer los más antiguos datos de la historia del canario (no hay que olvidar que las más antiguas razas de canarios que existen en la actualidad son de origen inglés).
Los canarios proceden de las islas y archipiélagos del Atlántico: Canarias, Madeira y Azores, donde en la actualidad aún vive en estado salvaje.
Cuando Juan de Betancourt vuelve a la corte de Castilla después de la conquista de las Canarias, trae consigo unos pajaritos que los indígenas criaban en jaulas por placer, y que tenían un canto muy agradable. Introducidos en la corte de Castilla tuvieron una gran aceptación. Pero la aceptación fue aún mayor en Francia donde la reina Isabel de Baviera era una apasionada de los pájaros que tenía varias personas encargadas de las pajareras reales.

La primera descripción escrita que conocemos sobre el canario y sus orígenes procede de Gesner, quien en su “Histori Animalium” Libro III, publicado en 1555, escribía:
“... el pájaro de canción más dulce es el llamado canario, que es traído de las Islas Canarias, donde se produce el azúcar. Se vende en todas partes, ya que es muy apreciado tanto por la dulzura de su canto como por el hecho de que, traído de lugares tan lejanos, sólo se deja cuidar por grandes y nobles hombres”.
En otro lugar, más adelante, también se dice: “... en las Islas Canarias hay pájaros que se crían allí y que generalmente se llaman canarios, aunque también se denominan pájaros de azúcar, porque el azúcar es traído de allí”.El azúcar se importaba desde antes de 1550 y como la conquista de las Canarias por España, tiene lugar entre 1483-1495, se puede decir que el canario se introduce en Europa alrededor del año 1500. En el año 1675 Joseph Blagrove en su libro “The Epitome of the Art of Husband” escribe sobre el canario diciendo que “...el canario, llamado así porque el original procede de las islas del mismo nombre, es, según mi opinión, el pájaro que mejor canta del mundo; y ahora se cría con fines industriales en Alemania e Italia y también un poco aquí en Inglaterra aunque no con el mismo propósito comercial que en los otros países...” y más adelante añade “... mucha gente no puede distinguir un canario de uno de nuestros pájaros verdes comunes”.

Desde relativamente pronto se empieza a criar el canario con fines económicos y comerciales, así en la traducción que hace Ray en 1678 de la Ornithology de Willughby de 1676 se dice: “Los antiguos canarios que provenían de las Islas Canarias ahora provienen de Alemania y se les llama pájaros Alemanes y su canción supera a los traídos de las islas ... ellos son alimentados con la semilla del canario, que toman con gran placer y que es traída con ellos desde las mismas islas... también se les alimenta con semilla de lino, de amapola y a veces también con mijo; pero lo que más les gusta es el azúcar y la caña de azúcar, por lo que se les llama también pájaros de azúcar, y se les da para animarlos a cantar,...”

En 1622 Giovanni Pietro Olina escribía algo que posteriormente iba a ser bastante importante para explicar, en aquellos tiempos y posteriormente, la variabilidad del canario, ya que era muy difícil admitir científicamente que todas las variedades de canarios que fueron apareciendo (verdes, amarillos, brunos, blancos, etc) procediesen todos del pajarito verde de las Islas Canarias. Se trata de lo que se ha llamado posteriormente la Leyenda de Elba: “Hay también una clase de estos pájaros en la Isla de Elba. Son una variedad degenerada que desciende originariamente del canario verdadero que era traído desde las Islas Canarias en un barco hacia Lighorn y que encalló cerca de la isla. Después del naufragio algunos pájaros llegaron a la isla donde criaron y se multiplicaron enormemente. Pero el diferente lugar hizo que se produjeran algunos cambios en la apariencia externa de estos pájaros. Tienen las patas más negras y más amarillo bajo el pico que los genuinos pájaros de Canarias”
Tenemos en este relato una cierta explicación de lo ocurrido, con toda probabilidad, en las áreas comparativamente restringidas de los tres hábitats originales del canario: Islas Canarias, Madeira y Azores. En definitiva es el resultado de una endogamia natural en la historia del canario salvaje y que da como resultado pequeñas diferencias al vivir cada grupo de ejemplares en un hábitat algo diferente y sin posibilidad de cruzarse con ejemplares de otras familias. Un ejemplo temprano de este hecho interesante y el consiguiente resultado es mencionado por Gesner: “...está fundamentado en la experiencia que algunos son mucho más pequeños pero más cantores y más melodiosos cantando. Pero los grandes cuando están encerrados en la jaula giran en círculo su cabeza y no son tan estimados como los genuinos pájaros de las Canarias. De esta clase son los pájaros traídos de La Palma y Cabo Verde, a los que se les llama tontos, ya que ese movimiento de cabeza es propio de los tontos”.

Este escrito es una importante referencia a una temprana selección de los ejemplares de mayor tamaño en los que hay defectos de la visión (como ocurre con los albinos) que les obliga a mover la cabeza cuando están expuestos a una luz brillante.

En 1709 aparece una obra capital que está únicamente consagrada a los canarios. Su título es: “Nuevo tratado de los pájaros de Canarias, conteniendo la manera de criarlos, de aparejarlos para tener bellas razas”. Su autor es Hervieux de Chanteloup, gran aficionado a los pájaros, primer síndico de los comisarios de bosques y gobernador (o encargado) de los pájaros de la princesa de Condé. En los diversos capítulos que componen la obra se trata de las diversas variedades, de la cría, de cómo enseñarles a cantar, de luchar contra las enfermedades, de los precios de los pájaros y de las semillas y en ediciones posteriores da precisiones sobre los instrumentos empleados para enseñarlos a cantar. Y lo que es más importante, publica una lista con 30 variedades, empezando por la más común y terminando por la más rara.
  • Canario gris común.
  • Canario gris con plumón, con las patas blancas y pintado o manchado.
  • Canario gris con la cola blanca y pintado.
  • Canario rubio común.
  • Canario rubio con los ojos rojos.
  • Canario rubio dorado.
  • Canario rubio con plumón y pintado.
  • Canario rubio con cola blanca y pintado.
  • Canario amarillo común.
  • Canario amarillo con plumón y pintado.
  • Canario amarillo con cola blanca y pintado.
  • Canario ágata común.
  • Canario ágata con los ojos rojos.
  • Canario ágata con la cola blanca y pintado.
  • Canario ágata con plumón y pintado.
  • Canario isabela común.
  • Canario isabela con los ojos rojos.
  • Canario isabela dorado.
  • Canario isabela con plumón, raza de los pintados.
  • Canario isabela con cola blanca, raza de los pintados.
  • Canario blanco con los ojos rojos.
  • Canario pintado común.
  • Canario pintado con los ojos rojos.
  • Canario pintado de rubio.
  • Canario pintado de rubio con los ojos rojos.
  • Canario pintado de negro.
  • Canario pintado de negro, junquillo con los ojos rojos.
  • Canario manchado de negro, junquillo y regular.
  • Canario pleno (naranja claro – amarillo) y en el presente el más raro.
  • Canario moñudo.
En ninguna parte del libro se dan precisiones sobre esta lista; parece que no era necesario ya que todos los contemporáneos conocían o podían ver a estos canarios. No nos ocurre lo mismo a nosotros, y debemos hacer algunas hipótesis sobre estas variedades comparadas con las actuales.
El canario gris común debía ser el que nosotros llamamos verde común. El canario gris con las patas blancas posiblemente fuera el ágata. Los canarios con plumón debían ser canarios fuertemente nevados, con un plumaje más largo, lo que le da un cierto aire de plumón. Los canarios rubios debían ser, probablemente, canarios amarillo paja o pálido. El canario amarillo citado debía ser un amarillo medio o un amarillo oro.
Los canarios con cola blanca son actualmente desconocidos y no podemos aventurar nada.
El canario con manchas negras bien pudiera ser el London Fancy o más probablemente un antecesor de él.
El canario naranja-claro, amarillo pudiera ser un antecesor del Norwich, ya que estos pájaros, en un principio eran canarios de color y que color más sugestivo que el naranja amarillo o amarillo naranja.
El canario ágata, probablemente, era el Lizard. Las diversas variedades del ágata proceden del cruce del Lizard con canarios lipocromos. Si el ágata no es el Lizard, parece muy extraño que no se mencione a la raza más antigua y que en aquella época ya estaba perfectamente definida.
El canario isabela era el bruno o isabela actual. Posiblemente se daban las dos variedades que se consideraban como una sola, dada la similitud entre ellas.
La variedad moñuda era similar a los canarios moñudos “corrientes” que hay actualmente, y un antecedente de la raza Crest. Nótese como no hay ninguna referencia a razas de canto ni de las que hoy consideramos de postura, exceptuando el London Fancy y el Lizar según se ha mencionado anteriormente. Las primeras mutaciones aparecieron, indudablemente, en el color y todas las razas de canto y postura son más bien el resultado de un largo proceso de selección que aún no había comenzado.
Posteriormente hay otras referencias a mutaciones que se dan en los canarios. Dr. Latham dice en 1823 que: “El pájaro de Canarias, que se cría blanco en Francia, está en la Isla de Tenerife casi tan gris como un verdecillo”. Buffon menciona la variedad gris: “La clase gris no es de un color uniforme; algunas plumas son afectadas por sombras diferentes, y algunos individuos son más claros o más oscuros”

En el siglo XIX, en el año 1819, aparecía en la Enciclopedia
de Rees un artículo titulado “Canaria” en el que se intentaba dar una explicación a la gran variedad de canarios que había (30 variedades). Se dudaba que todos los canarios pudiesen derivar de una única especie ya que entre ellos había unas grandes diferencias. Piénsese en las diferencias entre un canario lipocromo, otro melánico, un lizard y las combinaciones entre ellos. Para aquella época la explicación
estaba en que tanta variedad se había producido como resultado del cruce del canario con otras variedades de pájaros:
“Estas variedades no son el producto espontáneo del canario común, pero sí del cruce de este pájaro con el Verderón Serrano y con el Verdecillo, dos especies muy similares y que ambas habitan el sur de Europa. Es por este medio, así como cruzando al canario con el Jilguero, Pardillo común, Escribano cerillo, Pinzón común, e incluso con el Gorrión doméstico, como se han conseguido tantas variedades.
Los dos pájaros con los que el canario puede ser cruzado y cuyos hijos son fértiles son el Verderón serrano y el Verdecillo.
Estas dos clases de pájaros son muy similares al canario y con frecuencia, confundidos con él y considerados como variedades del pájaro de las Canarias. Es con estas dos especies primitivas con las que el Canario es cruzado normalmente con más éxito y de donde proceden muchas de las variedades más estimadas del Canario común”.

Ya anteriormente, en 1774, se había dicho que: “...Salerne había visto en Orleans un canario hembra de color gris, que había escapado de un criadero, criando con un gorrión común y que había puesto los huevos en el nido (agujero) como los gorriones” Posiblemente la hembra gris canario era una hembra gorrión de fondo blanco, mutación bastante frecuente, y que de lejos puede ser confundida con una canaria gris o blancuzca.
Todas estas explicaciones de la variabilidad del canario hoy nos producen una cierta sonrisa, pero piénsese que en aquella época no se sabía nada de genes ni mutaciones y que la única manera de comprender dicho fenómeno era recurriendo a la hibridación.

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